El reto de las periodistas mexicanas frente al acoso sexual y la brecha salarial en las redacciones

CIUDAD DE MÉXICO (apro).–México es uno de los países más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo debido a la espiral de violencia contra la prensa, además de ello, las periodistas mexicanas enfrentan otra batalla; el acoso laboral, la discriminación y la brecha salarial en sus redacciones. 

El informe “Mujeres Periodistas y Salas de Redacción” presentado este martes, elaborado por la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y la Alianza de Medios MX, de la que Proceso forma parte, busca evidenciar y poner en el debate público una radiografía de los retos que enfrentan las mujeres periodistas en México y América Latina.

Aunque en los últimos años ha aumentado el número de mujeres que ejercen el periodismo, los patrones arraigados de discriminación por motivos de género aún “representan un enorme desafío para la capacidad de la mujer para iniciar y llevar a cabo una carrera en el ámbito del periodismo en igualdad de condiciones con el hombre” y esta tendencia se agravó durante el confinamiento provocado por la pandemia de covid-19.

La presentación estuvo a cargo de Pedro Vaca Villarreal, Relator Especial, quien moderó un panel donde periodistas de diferentes medios analizaron y expusieron sus perspectivas sobre los principales aportes,pero sobretodo los retos y el trabajo que resta por hacer en las empresas periodísticas.

El panel fue moderado por Martha Ramos, Directora General Editorial en la Organización Editorial Mexicana (OEM) y directora de la Alianza de Medios MX; Andrea Miranda, Editora General de El Debate; Adriana Ramírez Vanegas, Miembro de La Red Internacional de Periodistas con Visión de Género (RIPVG); Catalina Ruiz Navarro, Columnista en El Espectador y Directora de la Revista Volcánicas; Sara Lovera de Sem México y Verónica Espinosa, coordinadora de corresponsales de Proceso.

Espinosa advirtió que el próximo paso en un nuevo informe no es entrevistar a las periodistas sobre la situación en sus medios, sino consignar lo que dicen los directores y dueños de medios de comunicación, respecto a lo qué han hecho y lo que no han hecho frente a este tema, para erradicar estas prácticas en las redacciones, además de brindar las garantías para que puedan trabajar en ambientes libres de violencia. 

La Relatoría Especial de la Organización de Estados Americanos (OEA) refiere que las periodistas están sujetas a diversas formas de violencia y discriminación debido a su género, por lo que las violencias se extienden al campo de lo privado y de lo público, aunado a esto son víctimas de desapariciones, asesinatos, amenazas, hostigamiento y otros ataques, como refiere el documentó.

El informe destaca los principales avances y desafíos en relación con los patrones de discriminación basada en género como, la segregación ocupacional como producto de los estereotipos y patrones existentes en la asignación de tareas y actividades, las brechas salariales, la precarización laboral, obstáculos para acceder a cargos de dirección y decisión en comparación con sus colegas varones al interior de sus redacciones.

Las trabajadoras enfrentan un alto nivel de inestabilidad económica en el ejercicio de la profesión. Pues los ingresos que reciben por su labor periodística no son suficientes para solventar su costo de vida, “lo que las obliga a tener otros trabajos paralelos”. Esta multiplicidad de empleos, a la que se suma el trabajo doméstico no remunerado, les “genera una sobrecarga de tareas que impacta no sólo en el ejercicio de su profesión sino también en su salud y otros aspectos de su vida”.

“Techo de cristal”

El documento refiere una problemática que se ha evidenciado en los últimos años, el “techo de cristal”, un término que hace referencia a los obstáculos basados en sesgos de género que impiden o dificultan que las mujeres accedan a altos puestos de decisión o de dirección en las empresas, en este caso en los medios de comunicación. 

“En toda la región, la presencia de mujeres tanto en los cargos jerárquicos al interior de las redacciones como en los puestos de gobierno y alta gerencia de las empresas periodísticas es escasa. 64 En 2016, la Federación Internacional de Periodistas (FIP) reportó que la representación de las mujeres en los puestos de dirección de las empresas de medios de América Latina era inferior al 25%. Los datos relevados en los últimos años sugieren que esta tendencia no ha cambiado significativamente”, se lee en el reporte. 

Para el caso mexicano, una muestra de 392 periodistas y trabajadoras de los medios relevada en un estudio realizado en 2019, refiere que el 47% señaló que no tenía ni había tenido personal a su cargo. Por otra parte, de 22 medios impresos o digitales relevados en 2020, sólo cuatro tenían paridad de género o mayoría de mujeres en “cargos directivos o coordinaciones”. En dos de ellos, no había ninguna mujer contratada en estos cargos.

De un total de 280 cargos jerárquicos relevados, sólo el 22% eran ocupados por mujeres.

De acuerdo con Gabriela Olivan, directora regional de comunicación corporativa de Accenture, y fundadora y presidenta de WINN, el 40% de las redacciones están ocupadas por mujeres, pero sólo el 22% de las mujeres ocupan un puesto de editor, según el Instituto Reuters, lo que evidencia un desbalance entre periodistas y aquellos que llegan a un puesto de dirección.

Violencia a periodistas

Entre 2010 y 2021 en México se registraron mil 167 agresiones de diferentes tipos contra trabajadoras de los medios de comunicación, de acuerdo con datos registrados por Signa Lab Iteso. La cifra en 2020 superó las 200 agresiones. En el periodo de 2016 a 2021, se alcanzaron en promedio 161 casos, de acuerdo con la Universidad Jesuita de Guadalajara.

En el 2020 Cimac documentó 251 casos de violencia contra las mujeres periodistas en México, el aumento de las agresiones fue de 53% de 2019 a 2020, es decir, cada 34 horas una periodista fue agredida por su labor informativa. Los datos revelaron que dos de cada 10 periodistas fueron atacadas, los casos se concentraron en la Ciudad de México con 61, Puebla con 28, Estado de México con 21 y Veracruz con 18.

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